“Habitar” es el nombre del panel realizado en el marco del Congreso del Futuro y que reunió a arquitectos y expertos urbanistas, del ámbito nacional e internacional, para abordar cómo podemos generar ciudades más amigables y donde las personas estén al centro.
Nicolás Cruz, arquitecto, fue la carta nacional del panel y comentó su experiencia en dos de sus proyectos emblemáticos: Fundación Junto al Barrio y Fundación Base Pública.
Cruz inició su ponencia declarando que “el gran poder de la arquitectura es construir los espacios que posibilitan la convivencia humana y es el desafío que tenemos en la humanidad”.
Según sus palabras, las ciudades ofrecen posibilidades de interacción únicas entre los ciudadanos, interacciones que promueven la calidad de vida para las personas que viven en ellas; y, a su vez, el barrio es donde empieza a construirse la ciudad, por lo que ahí radica la importancia de acercarse a trabajar con los barrios.
Mediante casos específicos, como el de la Población Ramón Cordero, en Valparaíso, donde experimentó la participación activa de los vecinos, demostró que es posible generar proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas si se logra incorporar a la comunidad en ellos. Al respecto destacó que “los vecinos organizados viven la vida de un barrio que se merecen” y que “el éxito de la transformación de los barrios está en la comunidad”.
Según su experiencia, existen cuatro criterios fundamentales que se deben considerar al momento de trabajar con la comunidad:
Por lo tanto, la transformación de nuestros barrios es posible si se trabaja volcado a la comunidad, dejando de lado la máxima de que el desarrollo de nuestro país está determinado por índice económico, para poner atención a aspectos como la participación y el compromiso de cada ciudadano por la construcción del país.