Crear un proyecto conectado con el lugar donde se desarrolla, que sea capaz de generar impactos positivos en su entorno, implica no solo producir investigación aplicada -con expertos locales que vayan guiando las definiciones y las tareas-, sino también compartir este conocimiento con toda la comunidad, con el fin de de contribuir de manera concreta al desarrollo sostenible.
Este principio rector está a la base de uno de los proyectos que ha generado gran nivel de aprendizaje: el , un espacio que, si bien funciona dentro del terreno, poco a poco ha logrado ir expandiéndose gracias a la utilidad medioambiental de los resultados de su investigación, disponibles para toda la comunidad viñamarina y nacional.
El Laboratorio Vegetal cuenta con 29 especies nativas y endémicas plantadas en distintas secuencias específicas, lo que permite identificar las mejores asociaciones de especies vegetales –o pisos vegetacionales- con el fin de descubrir cuáles son las combinaciones más adecuadas para contribuir positivamente, tanto a su propia autosuficiencia como a los ecosistemas de la zona.
A lo largo de más de dos años de labor, el equipo del Laboratorio Vegetal ha generado en torno al desarrollo de estos pisos vegetacionales y su relación con el medio ambiente, lo que permite que cualquier persona u organización interesada pueda aprender de ellos y utilizar este conocimiento para aportar al rescate del patrimonio natural local, llevando adelante un nuevo modo de hacer paisajismo urbano: sostenible, resiliente y autóctono.