Popularizado a principios de la década pasada por los académicos de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, C. K. Prahalad y Venkat Ramaswamy, el concepto “co-creación” revolucionó el modo en que las organizaciones se relacionan con los individuos durante un proceso o actividad. En la práctica, implica la generación de espacios de trabajo para un involucramiento directo de los actores interesados (incluidos sus trabajadores) para obtener un resultado mutuamente valorado.
De acuerdo a Francis Gouillart –co autor con Ramaswamy de – cinco son los “ingredientes” de esta iniciativa: una comunidad, una plataforma de participación, la expansión constante de las interacciones, nuevas experiencias para que todas las personas salgan ganando y un nuevo valor para quien crea la comunidad.
Cuando se habla de “co-creación” en un ambiente empresarial –como puede ser la elaboración de un producto o un servicio–, las partes se identifican como productor y consumidor. Si bien el concepto se concibió justamente como una estrategia de gestión empresarial donde “el valor no es creado por la firma y pasado al consumidor, sino más bien donde el valor es creado conjuntamente por los consumidores y la compañía”, según explicó Prahalad en una entrevista con Emprendedores News, hoy éste se puede extrapolar a distintas áreas del quehacer humano. Y, en el ámbito del desarrollo urbano, la “co-creación” cumple el mismo objetivo. ¿Quiénes están más capacitados para hablar de los elementos esenciales de un lugar que sus propios habitantes? ¿Quiénes conocen mejor sus historias, sus atributos y formas de vida?
Al trabajar con los actores interesados en un proyecto se van descubriendo elementos que no se ven a simple vista pero que son parte fundamental de la vida del lugar donde se emplazará tal o cual diseño urbano; se trata de factores que generan puntos de encuentro que deben ser considerados e integrados en una planificación mayor.
Ahora bien, la “co-creación” no se limita a un simple diálogo y a un recuento de anécdotas: es un trabajo constante, donde se revisan proyectos, ideas y aportes de los participantes con el único propósito de llegar a plantear nuevos conceptos y formas de ver y entender el lugar que será intervenido.
Inmobiliaria Las Salinas está apostando fuertemente por la “co-creación” en el desarrollo de su proyecto urbanístico en Viña del Mar, realizando un sistemático y permanente proceso de diálogo con las comunidades aledañas al terreno y, en general, con la sociedad viñamarina. crónica que fue redactada tras una serie de entrevistas y conversaciones con un amplio abanico de personas y organizaciones viñamarinas; o bien,