Pronto se celebrará el Día Mundial del Suelo por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas. ¿Por qué se celebra el suelo?. El suelo sustenta la vida del ser humano, dando espacio para nuestra vida rural y urbana, y constituyendo la fuente principal de los alimentos y el oxígeno que respiramos. “Chile, fértil provincia, y señalada”, escribía Alonso de Ercilla en La Araucana, en 1569. La fértil provincia daba cuenta de la riqueza de las tierras de esta región austral durante la conquista española. ¿Cuánto cuidamos el suelo? ¿Cómo se puede recuperar el suelo que ha sufrido erosión, incendios forestales o sequía intensificados por el cambio climático, o contaminación?
La industrialización para el desarrollo de nuestro país fue la tarea fundamental impulsada por Corfo. En el primer medio siglo de este proceso las industrias con chimenea eran consideradas símbolo de progreso y desarrollo; en la actualidad, la emisión de abundantes contaminantes por las chimeneas industriales es una señal de alerta por su negativo impacto en la salud y el medioambiente. Este tipo de industrias con tecnologías contaminantes han quedado obsoletas. En la Región de Valparaíso este fenómeno se hace patente en Ventanas y Quintero, zonas industriales con trayectoria de episodios de grave contaminación. Antes de su industrialización, Quintero fue un balneario muy valorado en la época estival.
Para un desarrollo sustentable se requiere un marco jurídico que regule el uso, la protección y la reparación del suelo. El crecimiento urbano impulsa la incorporación de áreas industriales y sus pasivos ambientales a la ciudad, por lo que es importante abordar el saneamiento de los suelos contaminados. Aunque la academia ha solicitado desde hace décadas que se establezca en Chile una normativa de suelo, ésta sigue siendo una asignatura pendiente.
Para la recuperación de suelos se necesita disponer de nuevas tecnologías de descontaminación. La biorremediación es una tecnología de descontaminación, donde los actores son microoroganismos, siendo respetuosa con el medioambiente y el cambio climático. A pesar de su frecuente empleo en los países OCDE, su aplicación en Chile es todavía incipiente. Para avanzar se hace imperativo promover y fortalecer el trabajo mancomunado de los organismos del Estado, las universidades, las comunidades y las empresas públicas y privadas.
Como indicó en Valparaíso la abogada Ana Lya Uriarte, quien fuese la primera ministra del Medio Ambiente, la nueva constitución de Chile debiese recoger en sus principios el derecho y la garantía de vivir en un ambiente libre de contaminación. El suelo es parte integral de este medioambiente que debemos proteger y recuperar.