Preguntas y respuestas en torno a la Ciencia del Saneamiento del Terreno Las Salinas

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La biorremediación es un proceso natural, está en todos los ambientes; por ejemplo, el compost que se hace en muchos hogares es un proceso de transformación natural de residuos que permite obtener abono natural. La ciencia ha logrado conocerlo e intervenirlo, con un procedimiento que utiliza microrganismos como las bacterias.

La biorremediación como intervención científica estimula el crecimiento de determinados bacterias que usan los contaminantes como fuente de alimento y energía. Algunos contaminantes que se tratan con biorremediación son el petróleo y algunos derivados, solventes y plaguicidas.

Para más antecedentes revisar:

 

La biorremediación como intervención consiste en acelerar un proceso que en la naturaleza toma muchos años, aislándolo para hacerlo más eficiente, homogéneo y controlado. Se controla a través de un tratamiento en el lugar (in situ), a través de un manejo del suelo en unidades autónomas cerradas llamadas “biopilas”, donde se monitorea todo su procedimiento de forma permanente.

Para mayor información;

 

En el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), desde el año 2009 existe una “Política Nacional para la Gestión de Sitios con presencia de Contaminantes”, que orienta la gestión para reducir los riesgos; en 2013 el MMA aprobó una “Guía Metodológica para la Gestión de Suelos con Potencial Presencia de Contaminantes”, que genera un procedimiento para estudiar los suelos frente a actividades con potencial de contaminación, y propone elaborar planes de acción correctivos cuando existen riesgos.

 

Para mayor información en los siguientes enlaces esta la política y la guía, :

En el terreno hay un antecendente de desarrollo natural de la biorremediación. Tras una larga etapa histórica de contaminación, se ha observado este proceso en forma espontánea en el sitio, de manera muy lenta. El proyecto Las Salinas lo ha observado y aislado como proceso adecuado, poco invasivo, autoregulado y silencioso, que no traslada a otros lados los suelos contaminados, sino que los trata, recupera y los deja en el lugar. Un procedimiento que implica una opción adecuada para un área urbana densa.

 

Las bacterias están en todos los lugares en forma masiva, en los jardines, en los parques, en nuestro refigerador, etc. Hasta ahora, después de mas de 70 años de un proceso activado naturalmente, no hay antecedentes de que constituyan una amenaza a las poblaciones, pues son bacterias adaptadas a los excedentes y remanente hidrocarburos, y no a las patologías humanas.

Lo que se usará es una comunidad bacteriana, es decir, una población compuesta por distintas bacterias, que ya están en el terreno y que tienen el potencial de degradar hidrocarburtos.  Este potencial nace a partir de la capacidad adaptativa que tiene la comunidad bacteriana en su relación de cohabitación con los contaminantes. En sencillo: .

Estas bacterias están clasificadas dentro del Grupo 1 en la Clasificación de los Microorganismos por nivel de riesgo en el Manual de Normas de Bioseguridad de ANID (ex CONICYT), lo que significa que son agentes que no están asociados a ninguna enfermedad.

 

Las bacterias se utilizarán tal como hoy se encuentran en el sitio, es decir, dentro del sustrato contaminado; se reunirá en biopilas, montículos de tierra sellados, aislados uno de otro y monitoreados para medir el nivel de contaminación.

 

Durante fines de 2015 y principio de 2016, Las Salinas solicitó a la Universidad Técnica Federico Santa María USM) la evaluación de estrategias de remediación mediante dos estudios experimentales:

, que implicó la utilización de sedimentos y aguas subterráneas extraídas del terreno Las Salinas para la elaboración de microcosmos para análisis de pilotos aerobios (que requieren oxígeno) para bioaumentación, bioestimulación y biorremediación mejorada; y pilotos anaerobios (que no requieren oxígeno) para bioaumentación.

, mediante cinco biopilas con tratamientos de bioaumentación y bioestimulación aireada y no aireada; y landfarming, todos con resultados satisfactorios.

Asimismo, desde el año 2015, se ha estado monitoreando el terreno y regularmente se toman muestras del suelo y las aguas presentes en el subsuelo, para su estudio y perfeccionamiento del procedimiento propuesto en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) Saneamiento para el Terreno Las Salinas, donde se encuentra el detalle de todos los procedimientos susceptibles de generar impactos.

 

Están biorremediando, a un ritmo lento y diferenciado, sobre el suelo y las aguas soterradas, en un promedio bajo los 6 a 7 metros de profundidad.

 

Las bacterias se autoregulan de acuerdo al “alimento” y energía generada por los hidrocarburos, reducido el aporte que les genera la contaminación se extinguen y transforman en material orgánico, como parte del sustrato o suelo.

 

No es posible. Los contaminantes están reducidos y focalizados ahora y lo estarán incluso durante un proceso de movimiento de suelos y montaje de biopilas. La posibilidad de la reproducción sin control asume una contaminación incontrolada, y bien sabemos que el sitio actualmente presenta los remanentes de un proceso intenso de desmantelamiento y extracción de los suelos realizado durante los años 2009-2010, por lo que la contaminación que queda es baja. Además, en ausencia o reducción de contaminantes, en la misma relación las bacterias se reducen.

Sin embargo, para todos los efectos, y no necesariamente por un potencial “descontrol”, sino como mecanismo de entrega de certeza y la mayor seguridad, se cuenta con protocolos de bioseguridad, el Estudio de Impacto Ambiental es preciso respecto de las medidas de seguridad incorporadas al proceso.

Para mayor información:

 

 

Es imposible un nivel de desplazamiento de las bacterias hasta las viviendas aledañas o más allá, menos aun en un medio no homogéneo. El movimiento de las bacterias es a escala microscópica, a los patrones de medida del hombre son imperceptibles; su mundo (cosmos) se reduce a una dimensión no perceptibles al hombre.

 

Para mayor información;

 

 

 

Son científicos locales reconocidos internacionalmente. El laboratorio de mayor transcendencia y reconocimiento de su labor es el Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” de la UTFSM, con referencia al Dr, Michael Seager y Dr, Roberto Orellana.

Para mayor información:

 

 

 

 

 

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