Con este cometido se comenzó a trabajar en la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental “Proyecto de Recuperación Terreno las Salinas”, que contempló más de 5 campañas de caracterización del impacto en suelo y agua, seguimiento ambiental y actividades correctivas, cuyo objetivo fue rehabilitar el terreno. Este estudio fue aprobado por la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) en el año 2004 y por el Consejo de Ministros el 2006, en su primera fase correspondiente al uso de Parques y Jardines.
La remediación se basó en un método utilizado ampliamente a nivel mundial denominado “Evaluación de Riesgo para la Salud Humana” (HHRA: Human Health Risk Assessment) que consiste en evaluar las implicancias para la salud de las personas, asociadas a compuestos químicos presentes en el suelo y agua producto de una alteración de su condición natural.
Para la fase aprobada para el uso Parques y Jardines, la HHRA definió la limpieza del primer metro de suelo, ya que es el que está en contacto directo con las personas vía inhalación, ingesta y contacto dérmico; además, definió que el suelo subsuperficial (más allá del metro) no representa riesgo para la circulación de personas en el terreno. Pero una etapa posterior que implique excavar los suelos subsuperficiales, requerirá la realización de nuevos estudios que permitan definir las actividades de remediación pertinentes
Las actividades de remediación, o limpieza del terreno, comenzaron en el año 2009 y contemplaron el retiro y disposición segura de suelos y aguas; además, se extrajo infraestructuras sobre el terreno y soterradas, incluyendo tuberías en el sector playa. En total se extrajo sobre 50.000 toneladas de suelo, los que fueron dispuestos en sectores de acopio autorizados y seguros. Cada uno de los trabajos fue supervisado por , como Auditor Ambiental Independiente, que reportó directamente a las autoridades cada una de las labores realizadas.
En el año 2012 y 2013 se hizo el denominado “Monitoreo Final de Suelos” cuyo objetivo fue comprobar y certificar la condición final del suelo superficial que fue objeto de remediación. Los informes de Copec y Fundación Chile fueron presentados al Servicio de Impacto Ambiental (SEA) en el año 2013, lo que significó el cierre de esta etapa.
Este proceso significó una inversión de cerca de 25 millones de dólares.