En una nota publicada en el diario La Estrella de Valparaíso, el Biólogo PUCV Salvador Donghi, aborda la relación entre ecosistemas silvestres y el bienestar de las personas, ya que el sistema inmunológico depende, en parte, de los estados de ánimo y las áreas verdes contribuyen a manejar de mejor manera el estrés.
Vincular las áreas silvestres a las ciudades a través de la planificación del territorio de seguro será uno de los tantos aprendizajes que nos dejará la pandemia del COVID-19.
Y es que no hay duda que lo que ha traído consigo el coronavirus va más allá de lo estrictamente sanitario, también ha planteado nuevas formas de relacionarnos, lo que sin duda deberá ser tomado en cuenta en todos los ámbitos, incluidos lógicamente, aquellos relacionados con la planificación urbana.
Así lo plantea el biólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Salvador Donghi, quien sostiene que la actual situación en torno a la pandemia plantea múltiples interrogantes y propuestas respecto al rediseño futuro de las ciudades.
“Se ha llegado a proponer que la distancia social debería, de alguna forma, estar incluida en la futura planificación urbana. Pero olvidan que solo el 0,01% de nuestra historia evolutiva ha estado en torno a la era moderna, y el resto de la historia de la especie humana ha estado ligada a los ambientes naturales. Nuestras funciones fisiológicas -corno especie- están mejor adaptadas a los espacios naturales que a las metrópolis y ambientes artificiales, siendo éstas las principales causas de los estados de estrés de la sociedad moderna”, explica.
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