‘El aumento de capital que recibimos de parte de Empresas Copec, que es la dueña del terreno, es un tremendo espaldarazo y reconocimiento a la gestión que se ha estado haciendo en este proyecto, porque finalmente nos entrega ya el sustento para poder llevar adelante la ejecución completa del proceso de saneamiento que estudiamos y evaluamos por tanto tiempo, y que hoy día estamos ejecutando en el terreno’, comentó el gerente general de Las Salinas, Ricardo Labarca, en relación a los US$ 85 millones de aumento de capital que aprobó la privada.
Ya con el proceso de remediación en desarrollo para el Paño Sur, se espera que en el curso de este año se inicie la tramitación de permisos relacionados con la etapa urbanística, que implica, por ejemplo, definir la estructuración del espacio público o las condiciones generales de las futuras edificaciones.
– ¿Cuándo debería culminar el proceso de saneamiento?
– En nuestra mejor estimación al día de hoy cierto cumpliendo con el proyecto tal cual como se ha ido llevando hasta la fecha es que este proyecto que partió en septiembre del 2024 debiera estar completo en su Etapa Uno, lo que corresponde al Paño Sur, dentro del año 2027 (…) Tanto en el Paño Sur como en el Norte (que culminaría el 2030) hay que hacer un proceso de monitoreo y verificación del 100% de los paños. Pudimos constatar que más del 70% del volumen de suelo ya cumple con los estándares más elevados a nivel mundial en suelo limpio y que hay un 4 a 5%, donde uno diría que tiene un nivel de presencia de contaminantes que pueden ser de riesgo.
– Ese es el objetivo principal del proyecto de remediación.
– Así es. Ir a buscar esos suelos, que sabemos dónde están, limpiarlos y generar ese proceso de descontaminación y de esa manera lograr que el 100% del sitio cumpla con estos objetivos de remediación o de saneamiento que nos estableció la autoridad ambiental. Entonces los procesos de monitoreo, de verificación, o sea, la gestión de descontaminación es en los lugares que sabemos donde están, pero para dar la garantía, la tranquilidad y la confianza a nosotros, a la autoridad y a la comunidad, es que el proceso de monitoreo de verificación se hace sobre todo el predio.
– Una vez que se termine de sanear el terreno, qué pasos se tienen que dar para empezar a construir ahí.
– El principal paso es el que se está haciendo hoy, que es la ejecución del saneamiento, en línea con lo que se evaluó por todas las autoridades ambientales. De manera particular, es muy importante este momento de verificación del cumplimiento de los objetivos de esta iniciativa, cosa que podamos terminar este proceso y decir de manera clara y contundente, que el terreno es un terreno que ya se descontaminó. Superado ese paso, se puede comenzar con el proceso de las aprobaciones de los proyectos de carácter urbano e inmobiliario. Eso ya abre toda una serie de requerimientos que son propios de este tipo de iniciativas, que hay que evaluar a nivel municipal y regional, en temas de transporte, etc.
– ¿Eso lo van a trabajar en paralelo?, porque los permisos no los entregan de un día para otro. En ese plano, ¿la idea es este año iniciar ese proceso de tramitación por los temas urbanísticos?
– Así es. Los permisos inmobiliarios y urbanos demoran tiempo. Hemos visto a nivel nacional cómo se han discutido las dificultades, lo que se llama ‘permisología’, que son los tiempos de demora. Entendiendo que estamos ejecutando ya el proyecto de saneamiento, que estamos mirando hacia el 2027 como un momento en el cual prácticamente la mitad del sitio ya va a haber cumplido con todos su estándares de descontaminación, es que el año 2025 se convierte en un año clave para iniciar el acercamiento ya concreto con procesos aprobatorios en los distintos componentes de lo que es el tema urbanístico y otros tan relevantes como, por ejemplo, la extensión de Avenida Libertad en su trazado o la definición de las áreas que van a ser destinadas para espacio público y para desarrollo inmobiliario. Son conversaciones muy importantes a nivel de ciudad y eso es algo que demora tiempo, hay que hacerlo con dedicación y con rigurosidad. Hay que entregar todos los antecedentes, y en ese plano nos parece que el año 2025 es un muy buen año para iniciar ese proceso.
Espacio para ajustes
– Este proyecto que existe ahora es el definitivo o se podrían hacer más ajustes.
– Identidad y patrimonio, vida de barrio, transporte y movilidad, y diseño basado en la naturaleza. Esos son los cuatro pilares que hemos estado incorporando en cada una de las definiciones que hemos generado dentro de esta visión urbana. Esas son las definiciones importantes y estratégicas, pero una vez que uno entra en los procesos de revisión y aprobación de todo lo que requiere un proyecto de esta escala, esa visión se va transformando en determinaciones mucho más concretas y específicas. Como por ejemplo determinar hasta dónde llega la calle, cuál es la dimensión definitiva de la vereda (…) la edificación misma y su uso, el equipamiento que estamos pensando cultural o comunitario, un centro de conferencia. En fin, todas esas cosas terminan por asentarse.
-Entonces, hay espacios para modificaciones.
– Sí, en la medida que se mantenga dentro de estos pilares que mencionaba. Evidentemente, siempre existe la posibilidad de ir mejorando aún más los proyectos, sumando los anhelos de la ciudad, de la comunidad y las necesidades que el mismo mercado va definiendo para que este sea una iniciativa que permita un desarrollo sostenible. Y en la medida en que nos vamos acercando a estos procesos aprobatorios esas cosas van asentándose y se van transformando en elementos cada vez más definitivos, pero hoy día la conversación que queremos tener durante el año 2025 es la conversación de la aproximación a los temas grandes.
– ¿Cuáles son esos temas?
– Los temas que hablen de la constitución de este espacio de ciudad, de los trazados viales, de los espacios públicos, de dónde deben estar las edificaciones y cuáles debiesen ser sus principales características y de esa manera dar un paso siguiente, probablemente durante el año 2026, en otros temas más específicos .
– Lo que está claro es que un 60% será para uso inmobiliario y 40% para espacio público.
– Es un poco distinto. El sistema de espacios públicos efectivamente supera el 40%, estamos hablando cerca del 43%. Sólo como comparación, el Plan Regulador le pide a este terreno aproximadamente el 15%, o sea, estamos llegando prácticamente a tres veces lo que señala ese instrumento en un sistema de espacios públicos. Lo constituyen dos grandes espacios de áreas verdes. Hay un Parque Central que fue el resultado de un concurso internacional que hicimos y hay otro equivalente en área que es el Parque Ladera
– Y el sector dedicado al uso inmobiliario.
– En ese espacio estamos hablando de una ciudad de usos múltiples (…) . Si fuese solo residencial pasaría un poco lo que vemos en Coraceros, que es un lugar dormitorio. Pero uno quiere un sector que sea un espacio atractivo para estar, para visitar, para ir a tomarse un café, ir al parque o cruzar a la playa y eso ocurre con una diversidad de usos. Entonces, en ese 60 % estamos proyectando distintas cosas. Evidentemente residencia, estamos tratando de hacer un esfuerzo importante de cómo incorporar ahí principalmente primera vivienda, pero también hablamos de hotelería, de servicios, de comercio, de equipamientos culturales, comunitarios, hoteles y un gran centro de conferencias, algo que esta ciudad necesita.
– ¿Cuántos edificios contempla el proyecto?
– Diría que eso es parte de lo que hay que buscar dentro de 2026, cuando estemos fijando ya las cosas más específicas en las condiciones de edificación. Ahora, sí tenemos ciertos criterios. Y creemos que en este 2025 es importante asentarlos de manera mucho más clara. Uno de ellos es que podamos trabajar con la protección de las vistas. Hemos hecho varios ejercicios respecto a la altura y creemos que 12 pisos es algo que hace que se protejan las vistas desde el entorno.
– La extensión de avenida Libertad es uno de los principales elementos.
– Así es y también algunas calles nuevas que conecten Libertad con Jorge Montt y que también las pide el instrumento de planificación territorial, más otras que estamos definiendo (…) y con un sistema de veredas de 9 metros de ancho.
– Habrá un tipo de gestor para la mantención del espacio público.
– Creo que estamos en una etapa temprana para resolver eso. Sí entendemos que la mantención de los espacios públicos se transforma en una dificultad para los municipios en general a nivel país, entonces lo que no podemos hacer es desatender esa realidad y evidentemente es algo que vamos a tener que abordar.
